jueves, 8 de octubre de 2015

MARÍA MENÉNDEZ PONTE DEFINE A CÉSAR MALLORQUÍ





La escritura de César es poderosa, de pulso firme, irresistible. Sus novelas tienen comienzos brillantes, como el de “La caligrafía secreta”: Dentro de poco haré algo que no debería hacer y la persona que ahora soy dejará de existir. Es un maestro de la intriga. Una vez que empiezas a leer un libro suyo , ya no puedes dejarlo, te atrapa desde la primera línea. Tiene la capacidad de meter al lector de lleno en el ambiente que corresponde a la historia que nos cuenta, siempre bien documentada, a la vez que en la psicología de los personajes, que nunca te dejan indiferentes. Construye las historias con la solidez de esas catedrales que tan bien reflejó en su aclamada novela “La catedral”, pero con ritmo ágil, logrando siempre el tándem perfecto de descripción y diálogo para que fluya la narración. Con cada novela ha demostrado que es un grandísimo escritor, por eso el Cervantes Chico es un merecidísimo premio a su extensa obra.  
 
María Menéndez Ponte

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